Maneras de realzar lo que nos favorece y ocultar, aquello que no nos gusta en nuestro rostro.
Una nota excelente de en la Revista Vogue de @anamorales donde nos explica cada estilo y su conveniencia.
Y vos cual elegís?
© Getty Images
Kendall Jenner, una de las mejores embajadoras que tiene el 'strobing'.
'Baking' y 'Strobing'. ¿El 'Contouring' ha muerto?
Dos nombres nuevos en el mundo 'beauty' hacen temblar los cimientos de la técnica que popularizó Kim Kardashian
23 de julio de 2015
El baking ("hornear" en inglés) está viviendo su momento de gloria ahora en la red, pero no es una técnica nueva, no al menos para los maquilladores profesionales. No, no se ha descubierto la pólvora, pero sí se ha conseguido popularizar un paso a paso poco habitual fuera de los círculos del maquillaje avanzado. Y es que esta técnica consiste básicamente en aplicar, tras la base y el corrector, una capa generosa de polvos traslúcidos ligeros en la zona del contorno de los ojos y en todas aquellas zonas del rostro en las que queramos crear este efecto: difuminar arrugas y poros abiertos (sobre todo barbilla, pómulos, frente y puente de la nariz). La novedad llega cuando esa capa "no ligera" debe dejarse actuar entre 10 y 30 minutos (de ahí lo de baking) antes de continuar con el ritual de maquillaje. ¿El objetivo? Conseguir que se funda con el calor de la piel y se difuminen y rellenen pequeñas imperfecciones. Transcurrido este tiempo, hay que difuminar con una brocha para integrar los polvos en el resto del look. ¿Quizá una técnica arriesgada que puede terminar en un efecto acartonado? Puede, pero con destreza, sutileza y algo de práctica se pueden conseguir muy buenos resultados. Que se lo pregunten a Heidi Hamoud, la bloggera que está subiendo como la espuma con sus tutoriales de baking en la red. Si, como ella, te decides a poner en práctica esta técnica, ten cuidado con el grosor de la capa y, tal y como explica Elisa Oreona, Make Up Artist de Sephora, utiliza precorrectores para neutralizar la ojera antes de aplicar el resto de maquillaje. "Ayuda a que la ojera desaparezca y el baking sea más efectivo", afirma.
El strobing –antes conocido como "el nuevo contouring, pero cuyo apodo parece tener fecha de caducidad inminente tras la llegada del baking– consiste en lograr una piel ligeramente luminosa y barnizada a base de iluminador en puntos clave del rostro. ¿Acaso no es poner un nombre 2.0 al tradicional uso del iluminador en frente, aletas de la nariz y barbilla para dar luz al rostro? Podría ser, pero el strobing es algo más. “En el strobing se busca crear dimensión y esplendor al rostro”, explican desde Kiko Milano. “De esta modo conseguirás resaltar tus facciones solo con puntos de luz”.
¿Las claves para poner en práctica el strobing? Preparar la piel con base y corrector de ojeras y aplicar después iluminador en la parte alta del pómulo, en el lagrimal, en el hueso de la ceja, en el nacimiento de la nariz, en la punta de la nariz, en el arco de cupido y en la barbilla. ¿El resultado? El rostro súper luminoso y brillante de Kim Kardashian, Kendall Jenner, Miranda Kerr y Taylor Swift. Eso sí, además de esta regla de oro, conviene tener en cuenta otros trucos expertos para sacarle el máximo partido a esta técnica. Los explica Elisa Oreona. Primero, iluminar también la parte superior del labio para agrandar la distancia entre nariz y labio. Segundo, iluminar encima de la ceja, debajo de la ceja y alrededor de la ceja pero "nunca justo en la ojera porque si no puedes acentuarla, consiguiendo el efecto contrario". Y tercero, si tienes el rostro redondo y vas a poner en práctica el strobing, añade un punto extra de luz en frente, nariz y mentón. Dicho esto, ¿estamos ante la crónica de la muerte anunciada del contouring?