domingo, 29 de noviembre de 2015

Maquillaje: estilos de cambios

Estilos de maquillaje: Baking, Strobing y Contouring.
Maneras de realzar lo que nos favorece y ocultar, aquello que no nos gusta en nuestro rostro.
Una nota excelente de en la Revista Vogue de @anamorales donde nos explica cada estilo y su conveniencia.
Y vos cual elegís?

El fin del Contouring
© Getty Images
Kendall Jenner, una de las mejores embajadoras que tiene el 'strobing'.
'Baking' y 'Strobing'. ¿El 'Contouring' ha muerto?

Dos nombres nuevos en el mundo 'beauty' hacen temblar los cimientos de la técnica que popularizó Kim Kardashian

23 de julio de 2015
@anamorales_rom De los creadores del contouring y de los millones de seguidoras que tiene esta técnica de maquillaje, llegan al universo beauty dos nuevos nombres con vocación de convertirse en fenómeno (ya lo están siendo) para desbancar a la técnica de contorneado facial que popularizó Kim Kardashian. Strobing y baking. Ambos nombres se refieren a técnicas que de alguna u otra manera ya se usaban en el mundo del make up, pero que ahora, encerradas bajo un nombre bonito con vocación de hashtag, millones de referencias en la red y unas cuentas bloggeras it explicando su manual de uso, parecen decididos a desbancar al contouring. Con permiso de Kim y de su maquillador, Mario Dedivanovic. Porque, ¿acaso no ocurría algo similar con el contouring, que bajo un nombre atractivo y un reina de instagram como gancho, consiguió convertir en fenómeno los tradicionales trucos de maquillador para estrechar nariz, subir pómulos o alargar rostros redondeados? Entenderán esta reflexión cuando conozcan el significado de ambos términos (sobre todo del strobing).

El baking ("hornear" en inglés) está viviendo su momento de gloria ahora en la red, pero no es una técnica nueva, no al menos para los maquilladores profesionales. No, no se ha descubierto la pólvora, pero sí se ha conseguido popularizar un paso a paso poco habitual fuera de los círculos del maquillaje avanzado. Y es que esta técnica consiste básicamente en aplicar, tras la base y el corrector, una capa generosa de polvos traslúcidos ligeros en la zona del contorno de los ojos y en todas aquellas zonas del rostro en las que queramos crear este efecto: difuminar arrugas y poros abiertos (sobre todo barbilla, pómulos, frente y puente de la nariz).  La novedad llega cuando esa capa "no ligera" debe dejarse actuar entre 10 y 30 minutos (de ahí lo de baking) antes de continuar con el ritual de maquillaje. ¿El objetivo? Conseguir que se funda con el calor de la piel y se difuminen y rellenen pequeñas imperfecciones. Transcurrido este tiempo, hay que difuminar con una brocha para integrar los polvos en el resto del look. ¿Quizá una técnica arriesgada que puede terminar en un efecto acartonado? Puede, pero con destreza, sutileza y algo de práctica se pueden conseguir muy buenos resultados. Que se lo pregunten a Heidi Hamoud, la bloggera que está subiendo como la espuma con sus tutoriales de baking en la red. Si, como ella, te decides a poner en práctica esta técnica, ten cuidado con el grosor de la capa y, tal y como explica Elisa Oreona, Make Up Artist de Sephora, utiliza precorrectores para neutralizar la ojera antes de aplicar el resto de maquillaje. "Ayuda a que la ojera desaparezca y el baking sea más efectivo", afirma.

El strobing –antes conocido como "el nuevo contouring, pero cuyo apodo parece tener fecha de caducidad inminente tras la llegada del baking– consiste en lograr una piel ligeramente luminosa y barnizada a base de iluminador en puntos clave del rostro. ¿Acaso no es poner un nombre 2.0 al tradicional uso del iluminador en frente, aletas de la nariz y barbilla para dar luz al rostro? Podría ser, pero el strobing es algo más. “En el strobing se busca crear dimensión y esplendor al rostro”, explican desde Kiko Milano. “De esta modo conseguirás resaltar tus facciones solo con puntos de luz”.
¿Las claves para poner en práctica el strobing? Preparar la piel con base y corrector de ojeras y aplicar después iluminador en la parte alta del pómulo, en el lagrimal, en el hueso de la ceja, en el nacimiento de la nariz, en la punta de la nariz, en el arco de cupido y en la barbilla. ¿El resultado? El rostro súper luminoso y brillante de Kim Kardashian, Kendall Jenner, Miranda Kerr y Taylor Swift. Eso sí, además de esta regla de oro, conviene tener en cuenta otros trucos expertos para sacarle el máximo partido a esta técnica. Los explica Elisa Oreona. Primero, iluminar también la parte superior del labio para agrandar la distancia entre nariz y labio. Segundo, iluminar encima de la ceja, debajo de la ceja y alrededor de la ceja pero "nunca justo en la ojera porque si no puedes acentuarla, consiguiendo el efecto contrario". Y tercero, si tienes el rostro redondo y vas a poner en práctica el strobing, añade un punto extra de luz en frente, nariz y mentón. Dicho esto, ¿estamos ante la crónica de la muerte anunciada del contouring?
El fin del Contouring

sábado, 7 de noviembre de 2015

Imagen de Rostro II



Quiero compartir con ustedes una nota imperdible de la revista Vogue España, donde nos explican el uso de Tendencia: los Serums.
Tomate cinco minutos y ponelo en práctica!



 #Layering

7 normas del uso del #Layering (o cómo aplicar varios sérums como las asiáticas) 

Así se pone en práctica una de las técnicas de belleza que arrasa en la red.

Layering



© Rubén Vega


29 de octubre de 2015
Ana Morales @anamorales_rom De acuerdo. En los últimos meses ha habido una tendencia masiva en el mundo beauty a generar términos 2.0 acabados en -ing que poco (o nada) aportaban desde el punto de vista técnico, pero que conseguían convertirse en trending topic, haciéndonos creer que casi se había descubierto la pólvora. ¿Acaso no ha ocurrido eso con el #Contouring, el #Strobing o el #HairContouring? ¿No son el claro ejemplo de cómo un nombre viral puede reinventar por completo una técnica tan tradicional como contornear el rostro con tonos claros y oscuros, iluminar la piel en los puntos clave o jugar con el color de pelo para afinar o redondear un rostro? 

Pues bien, entre todos esos nombres terminados en gerundio, hay uno que sí que resulta nuevo, al menos para el mundo occidental. Y es que se trata de una técnica de cuidado de la piel originaria de Asia (ellas sí que saben) que propone llevar a cabo un gesto hasta ahora casi desconocido (y hasta impensable) para el resto de los mortales. Se llama #Layering y consiste en la superposición de diferentes sérums en el rostro para obtener “un régimen de tratamiento a medida”, nos explica Marta Gamarra, directora de formación en España de Colbert, Eve Lom, Rodial y Eyeko, que recalca que es “la mejor solución para combatir varios problemas de envejecimiento de forma simultánea”. Hablamos con la experta para elaborar el manual de uso del #Layering. Y se resume con estas 6 reglas de oro:

No más de tres
El hecho de superponer diferentes sérums no implica carta blanca absoluta para excederse con el número. La clave para que resulte efectiva esta técnica (y para no saturar a tu piel) es no aplicar más de 3 sérums. “Los sérums llegan a las tres capas de la piel: la más profunda (hipodermis), la intermedia (dermis) y la superficial (epidermis)", nos cuenta Gamarra.

De 15 en 15 (segundos)
Otra de las claves de esta técnica es que cada sérum se haya absorbido por completo antes de la aplicación del siguiente. Para ello, tal y como nos explica Marta Gamarra, tan solo hay que esperar 15 segundos para que se absorba.

Layering
© A. Moral
Por orden de preocupación
¿Y en qué orden me aplico los sérums? La experta responde: “Debe hacerse por orden de preocupación o prioridad”, explica.

Empieza con el más ligero
La experta incide en otro punto importante ya que, aunque en principio la norma es aplicar el sérum por orden de preocupación, “siempre es importante tener en cuenta la textura. Si hay uno que es más espeso que otro es muy probable que el más ligero no penetre hasta las capas más profundas si lo ponemos encima”, explica la experta de Rodial y Eve Lom. De ahí que recomiende con fervor que, en caso de que exista mucha diferencia de densidades, prevalece la textura antes de la preocupación y, por tanto, se aplicará primero el sérum más ligero para seguir después con los más densos.

Dos veces al día
Sí, sí decides poner en práctica esta técnica, hazlo mañana y noche, en cada uno de tus rituales de belleza.

Contorno de ojos + sérum(s) + hidratante
Lo sabemos. Si incluir un sérum en nuestra rutina básica de belleza se nos puede hacer un mundo, incluir tres puede ser un drama, sobre todo por eso de no saber nunca el orden correcto de los productos. Memorízate esta fórmula: primero el contorno de ojos, después los sérums y, por último, la hidratante para sellar.

Aviso para las pieles acneicas
Si tienes la piel grasa y con tendencia acneica puede que te estés llevando las manos a la cabeza pensando que esta técnica no es para ti. “En principio no tiene por qué agravar el problema de estas pieles, siempre y cuando se utilicen los sérums adecuados al tipo de piel. No obstante, en determinados casos, sería conveniente consultar con un especialista”, recomienda Gamarra.


Vogue España: http://www.vogue.es/belleza/tendencias/articulos/como-practicar-layering-o-superposion-de-serums-como-las-asiaticas/23958